Es difícil decir cuáles serán los impactos a largo plazo del coronavirus en la industria de los medios porque nadie sabe exactamente cuándo volverán las cosas a la normalidad. El alcance de la interrupción probablemente dependerá del tipo de contenido que las compañías de medios producen y distribuyen.
En la industria editorial, por ejemplo, muchas compañías han utilizado los eventos en directo como una estrategia de diversificación para compensar la disminución en los ingresos de la prensa escrita. Muchos de ellos pueden no ser capaces de conseguirlo si los eventos a gran escala se cancelan indefinidamente.
Las industrias de cine, televisión y video sólo pueden mantener la producción si se mantienen sus operaciones físicas. Las películas y los programas rodados en los países más golpeados por el coronavirus ya han sufrido retrasos y las producciones se han detenido por completo. ¿Seguiría abonado a Netflix si no pudiera ir sumando nuevo contenido a su biblioteca?
Incluso los gigantes de los medios no son inmunes: las empresas que se basan en los medios para generar ingresos a otras partes de su negocio también se verán afectadas. Disney ha cerrado parques temáticos en todo el mundo, y suspenderá sus cruceros hasta finales de marzo al menos. Disney puede ser uno de los productores de contenido más conocidos del planeta, pero el 34% de sus ingresos proviene de parques temáticos y otro 8% de productos de consumo.
Finalmente, si los estadios deportivos se ven obligados a cerrar sus puertas a largo plazo, podrían perder su atractivo para los canales de TV. ¿Son los eventos deportivos tan populares sin el ambiente en directo que crean los fans?
Pero en definitiva, lo más importante para la industria de los medios y el entretenimiento es ayudar a frenar la propagación del virus y mantener a las personas informadas sobre lo que deben hacer para mantenerse a salvo. Con suerte, todas estas interrupciones serán temporales.